La histórica marca japonesa que ha dominado el mercado de la televisión, viendo cambiar el tamaño de su posición de supremacía, así como el anuncio de un recorte del 60% para el 2013 que cubre la gama de modelos de TV, ha decidido cerrar la planta japonesa última Toshiba (producción de LCD), a Fukuya, con el consiguiente desplazamiento de la producción en las fábricas extranjeras de China, Polonia, Egipto e Indonesia.
Esta maniobra fue una consecuencia directa del hecho de que 2011 cerró con una pérdida de 50 mil millones de yenes (unos 500 millones de euros) solo en el sector de la televisión, la pérdida se debe a la fuerte caída de la demanda y la continua apreciación del yen.
Este nuevo plan estratégico, que ve toda la producción televisiva trasladado al extranjero, tiende a equilibrar el presupuesto del fondo en cuestión, sino que también está dirigido a hacer cumplir el pronóstico de dobles beneficios en los próximos tres años.